¿Estrenas casa? Si no quieres que un evento tan ilusionante quede empañado por la experiencia de la mudanza, la planificación es la solución a tus problemas.
Todos sabemos que el traslado de un gran número de cajas, muebles y demás artículos que hemos ido almacenando con el paso del tiempo, puede suponer una tarea pesada y parecer eterna. Sin embargo, podemos evitarnos demoras, posibles complicaciones y alguna que otra sorpresa, si organizamos nuestra mudanza con la antelación suficiente.
A continuación, te contamos cómo organizar una mudanza paso a paso para ayudarte a que tu cambio de casa no suponga una tarea titánica.
Tips para una mudanza organizada
Estos tips están especialmente centrados en la etapa pre-mudanza, es decir, son unas pautas que determinan cómo organizar una mudanza a otra casa cuando todavía vivimos en la que vamos a dejar. Son especialmente útiles cuando contamos con un tiempo limitado, por ejemplo, si te estás preguntando cómo organizar una mudanza en un mes puedes servirte de estos útiles consejos.
Se trata de planificarnos los días que restan para marcharnos de ese lugar y comenzar nuestra vida en otro. Aspectos como: establecer un calendario, deshacernos de todo aquello que ya no nos sirve o decidir si contratamos una empresa de mudanzas, son algunos de lo pasos que daremos con el objetivo de que, nuestra mudanza, sea todo un éxito.
La pre-mudanza, como podemos imaginar, es la fase más importante, en la que debemos ser metódicos, organizados y constantes. Porque, todos los sabemos, no es fácil empaquetar nuestra vida en unas cajas y en poco tiempo. Por ello, te contamos algunas tips para triunfar en el proceso:
1.- Calendario
En el momento tengas claro que vas a dejar tu antigua casa y que vas a empezar una nueva etapa en otro lugar, hazte con un calendario para cerciorarte del tiempo que dispones. Los días, semanas o meses te darán las pautas temporales para seguir un orden y unos pasos establecidos desde el comienzo.
Planifica las tareas y distribúyelas en el tiempo que tienes. Es muy importante, en este punto, ser realista con los tiempos que vamos a necesitar.
2.- Adiós al Síndrome de Diógenes
Es típico de una mudanza encontrarnos con algunos objetos que no sabíamos que todavía guardábamos. Es momento de deshacernos de ellos sin mirar atrás. Muchas veces nos cuesta desprendernos de los objetos materiales por su significado emocional, los temibles “por si acaso” o los procrastinadores “algún día”. En este punto, sé honesto contigo mismo y plantéate si de verdad merece la pena seguir arrastrando ciertos objetos contigo. También es un excelente ejercicio de desapego.
La mudanza es la ocasión ideal para librarte, literalmente, de mucho peso. También es un momento ideal para donar o regalar toda esa ropa que ya no nos ponemos, pero que sigue ocupando sitio en nuestro armario.
Líbrate de todos los bultos y el peso que puedas en tu mudanza, tanto tú como tu próxima casa te lo agradecerán.
3.- Lista
Durante las mudanzas es muy normal que nos olvidemos de ciertas cosas, que se extravíen o que, directamente, les hayamos perdido la pista. Ten en cuenta que van a ser unos días, semanas o meses en el que sufriremos más estrés de lo habitual, simplemente porque deseamos que nuestra mudanza vaya sobre ruedas.
Por ello, para liberar tu mente de un peso innecesario, elabora una lista con todos tus objetos personales, de tal manera que, al llegar a tu nuevo hogar, simplemente tengas que tacharlos de la lista, sin dudar si olvidas algo o no.
4.- ¡A embalar!
En este punto habremos de ser especialmente cuidadosos y organizados. Durante el proceso de embalaje y empaquetado habremos de seguir cierto orden a la hora de determinar cómo organizar las cajas mudanza. Nos regiremos por la regla: lo que más usamos, al final.
Realmente es puro sentido común. Comenzaremos a embalar y empaquetar objetos como libros, ropa fuera de temporada, objetos de decoración… todo aquello que no usamos en nuestro día a día. Si lo prefieres, en lugar de embalar por objetos, podemos embalar por habitaciones, comenzando por la que menos uso le demos, como el cuarto de invitados, el trastero…
¡Importante el etiquetado! Una vez hayas completado una caja, ciérrala correctamente con precinto, e indica con un rotulador permanente, qué contiene esa caja, de tal manera que, cuando llegues a tu siguiente hogar, sea fácil encontrar lo que buscas sin necesidad de ir abriendo caja por caja.
Recuerda que, a la hora de embalar objetos delicados, como los platos, habrás de meterlos en las cajas en sentido vertical, para evitar que se resquebrajen. Aunque, si tu verdadero quebradero de cabeza es cómo organizar ropa para mudanza es cuestión de gustos, aunque siempre empaquetándola según tu frecuencia de uso. Puedes organizarla por prendas (pantalones, camisetas, jerséis…), por temporada o por colores.
Te recomendamos que te hagas con bolsas al vacío, es increíble el espacio que pueden llegar a ahorrar, pero habrás de tener cuidado con la ropa que destines a ellas, ya que se arruga muchísimo. En cuanto al calzado, puedes incluirlo en maletas junto a la ropa más pesada, será mucho más fácil su traslado.
5.- Analiza empresas de mudanzas
Llegados a este punto de la mudanza, es un buen momento para plantearnos contratar un servicio de mudanzas. Analiza las empresas que se encuentran cerca de ti y compara presupuestos, solicitando al menos 3 por escrito y personalizados.
Infórmate acerca de cualquier posible tarifa adicional según los servicios que necesites y que pueden reflejarse en la factura final. Las condiciones del servicio habrán de quedar reflejadas al inicio.
Recuerda que hay empresas, como Mudanval, que ofrecen servicio de guardamuebles, de gran utilidad, para mantener nuestras pertenencias protegidas y seguras en caso de que necesitemos depositarlas en algún sitio antes de comenzar una nueva vida en otro lugar.