Sabemos que dar el primer paso es lo más complicado, y más cuando hablamos de hacer una mudanza. Para muchos es un fastidio tener que quitarlo todo tras años de asentamiento, pero lo cierto es que vivir en otra casa puede ser una experiencia inmejorable… una vez la mudanza haya terminado.
Pero vayamos paso a paso. Lo fundamental es planificar con tiempo la mudanza y empezar a retirar aquellos objetos de menor tamaño, así como las carpetas y los carpesanos con documentos y demás, así como libros, fotografías, discos, películas y todos aquellos objetos fáciles de transportar.
De este modo, casi sin darte cuenta, estarás haciendo de la mudanza una tarea más llevadera: por un lado, agilizarás el traslado y retirada de objetos voluminosos como estanterías, mientras que por otro habrás empezado a retirar los múltiples objetos de menor tamaño, que es lo mejor para empezar una mudanza.
Los plazos son importantes cuando hablamos de mudanzas. Nuestra recomendación es que dejes la mudanza en manos de profesionales, tanto el transporte como si es necesario desmontar o trasladar objetos especialmente voluminosos.
Para ello, lo mejor es que des el aviso a la empresa encargada de tu mudanza entre tres y cuatro semanas antes para poder realizar el traslado en la fecha que más te convenga. Ese margen de tiempo te permitirá realizar el vaciado del piso con calma, al tiempo que planificar el traslado y el empaque de objetos.
Este lapso de tiempo también garantiza a la empresa de mudanzas la tramitación y obtención del permiso de estacionamiento, que otorgará al equipo de mudanzas la potestas de detener el camión frente al domicilio para realizar la descarga de enseres.
No obstante, si vas a necesitar ayuda de amigos o familiares para hacer el traslado, lo mejor es que les avises también con tiempo para que ellos se puedan planificar. Una mudanza no es cosa de media hora, por lo que dar el aviso con la suficiente antelación es vital para que el traslado no sea un trastorno para ninguna de las partes implicadas.
Los días de mudanza deben estar debidamente justificados en el trabajo. El Estatuto de los Trabajadores contempla el derecho de todo trabajador que realice una mudanza a disponer de 1 día libre remunerado para poder llevar a cabo el traslado en su práctica totalidad. Este día puede sumarse a disposiciones adicionales de los determinados convenios colectivos de las empresas contemplen en este sentido.
De cara a la optimización de la capacidad organizativa de la empresa, es conveniente dar aviso al departamento correspondiente de que vas a realizar una mudanza y que necesitas disponer del día libre estipulado en el convenio.
La mejor forma de justificar los días de mudanza es realizando una declaración por escrito en la que consten los datos personales del trabajador y en la que se comunique la intención de disfrutar del día de permiso retribuido por mudanza y el día en el que se pretende disfrutar.
El comunicado puede contener archivos adjuntos, como copia de la factura o del contrato que acredita la realización de la mudanza, y debe ser entregado con toda la antelación posible.
El coste total de una mudanza varía en función de varios factores. No es lo mismo un desplazamiento en la misma ciudad que entre provincias, y en ocasiones es posible contratar servicios complementarios, como el montaje y la puesta a punto de determinados muebles y objetos.
Lo ideal es solicitar un presupuesto para la mudanza en el que se desglosen todos los servicios incluidos y enviarlo firmado si se acepta el precio final de los mismos.
Una verdad como un templo, puesto que la mudanza seguramente sea el único momento en el que podrás retirar por completo todos los objetos de la casa. Esto te permitirá retirar toda la suciedad acumulada de la vivienda, que tiende a quedarse bajo determinados puebles o en lugares de difícil acceso: detrás de los muebles, en las patas del sofá o bajo las camas.
Pero también te permitirá limpiar, uno a uno, los objetos que tengas en casa antes de guardarlos. De hecho, una de las ventajas de disponer de más tiempo para planificar la mudanza es que podrás dedicarte a limpiar, uno a uno, todos los objetos que vayas retirando antes de guardarlos, pudiendo dedicarte a colocarlos en la nueva casa cuando hayan sido desembalados.
Una mudanza genera estrés, no solo por el traslado y el retiro de enseres en sí, sino por lo que supone cambiar de domicilio. Antes de abandonar el piso, debes tener en cuenta tres cosas para evitar sustos a posteriori:
Además, ten en cuenta que deberás solicitar a tu casero la devolución de la fianza si vives de alquiler, un trámite necesario que debe formalizarse el día del abandono de la vivienda.
Si andas algo justo de tiempo y necesitas hacer la mudanza antes de que venza la fecha límite, sigue a rajatabla estos consejos:
Si te vas a cambiar de casa y tu nueva vivienda está en otro país, la cosa cambia. Haz un repaso por estos útiles tips para que tu mudanza se realice sin sobresaltos:
El transporte de muebles quizá sea de lo más delicado, precisamente por el tamaño de estos enseres y lo complejos que pueden llegar a ser de desmontar. He aquí varios trucos para transportar los muebles sin que sufran desperfectos por el camino:
Los cuadros son objetos de por sí extremadamente delicados. Para transportarlos en una mudanza sin que sufran daños, lo mejor es que utilices papel de burbuja para evitar que tanto el lienzo como el marco no sufran desperfectos.
De este modo, los cuadros quedarán protegidos frente a posibles golpes que puedan sufrir durante el traslado. Si el marco es especialmente grueso, unos refuerzos de cartón de medio centímetro de grosor pueden ser fundamentales para mantenerlos a salvo de abolladuras y cualquier otra agresión externa.
Lo mejor es que utilices cajas para transportar la ropa en una mudanza. A ser posible, separa la ropa por tipos de prenda y reúnela toda en una misma caja para guardarla de manera ordenada y sea más fácil de desembalar.
Para transportar ropa más delicada, en Mudanval te facilitamos un armario ropero para que no se arrugue ni sufra malformaciones. Abrigos, trajes y vestidos pueden ser transportados en ellos para que conserven la forma en el perchero durante el traslado.
Nunca debes guardar los documentos mezclados con el mobiliario y el resto de enseres, ya que podrían perderse con suma facilidad. En lugar de eso, trata de almacenarlos todos en una carpeta y mantenlos a buen recaudo.
Ten en cuenta que puedes necesitar alguna documentación durante el traslado, por lo que te conviene tener a mano toda la documentación. Utiliza fundas, clips o cualquier complemento similar para evitar que los documentos se traspapelen.
Como ves, son muchos los factores que influyen en una mudanza y hay que tener mil ojos puestos en varios frentes. Para que todo salga bien, es necesario que te planifiques para organizar el traslado, guardar los objetos en cajas, desmontar las partes del mobiliario que puedas.
La clave está en tomarse el tiempo necesario para ponerlo todo en orden, hacer acopio de documentos y papeles importantes, embalar los objetos delicados sin prisas, proceder a limpiar aquellos objetos que contengan cúmulos de suciedad y dar el aviso en el trabajo con la debida antelación para que no haya problemas a efectos organizativos. Si cumples todo eso, lo cual mayormente depende del factor tiempo, podrás manejar con mayor soltura la mudanza.